Las Telas Aéreas son una práctica deportiva y cultural única. La modalidad bebe de la tradición circense, con un pie en el baile y el otro en la acrobacia, dando a esta actividad la cualidad de arte. ¿Y qué tiene el arte que no siempre tiene el deporte? Que se puede disfrutar a dos niveles: como practicante y como público.
Con esta filosofía compuesta de dos almas, las telas se elevan cada vez más alto y baten sus alas en centros deportivos, parques, eventos culturales o shows circenses. El secreto es que, además de entrenar el cuerpo, también se ejercita la mente. Las escuelas de telas transmiten valores de autoconocimiento, respeto y superación, además de llevar consigo un legado cultural de gran belleza que materializan en cada espectáculo.
Escuelas para todas
Las Escuelas de Telas Aéreas son accesibles a todo tipo de perfiles. El público que se introduce en este mundo lo hace desde edades muy tempranas, hay alumnos y alumnas desde los 8 años. En la adolescencia y la adultez el aprendizaje continúa y se adapta a las necesidades y condición previa de cada persona. Para fomentar la interacción entre la comunidad que se genera en cada clase se favorece la enseñanza de alumno a alumno, así se alcanza un equilibrio entre los más aventajados y los menos experimentados.
Sobre una larga tela de punto de seda, material elegido por su elasticidad y ergonomía, se entrena la flexibilidad y la fuerza a la vez que se desarrolla el sentido artístico y estético. Todo ello con una importante base formativa sobre el uso del cuerpo y la prevención de lesiones. Las dinámicas de aéreos requieren el completo control del cuerpo y el buen uso de las cadenas cinéticas músculo-articulares. Estas dinámicas también son beneficiosas para la práctica de otros deportes, lo que le da a esta disciplina una apertura aún mayor.
Deporte y cultura en movimiento
Las Telas Aéreas no se quedan entre los muros de un gimnasio. La voluntad de quienes las practican es siempre sacar su arte a la calle y compartirlo con la sociedad. A diferencia de otros deportes que se practican frente al público, y que se basan en la competición, esta modalidad se presenta como un espectáculo donde lo importante es el disfrute estético y la cultura y los valores que lo acompañan.
Esta mentalidad, que se cultiva desde el propio entrenamiento, repercute de forma positiva en las ciudades y los pueblos donde hay una comunidad que lo practica. Los artistas de la danza aérea son parte activa del músculo cultural y ofrecen espectáculos capaces de acercar diferentes propuestas escénicas a todos los públicos. En casi cualquier lugar, de gran calidad y a buen precio.
Céfiro y Cuenca, un ejemplo a seguir
Un gran ejemplo de las sinergias que se producen entre los artistas de Telas Aéreas y la actividad cultural de las comunidades en las que se desarrolla lo ofrecen Céfiro y la provincia de Cuenca. Céfiro Danza Aérea es una asociación cultural multidisciplinar enmarcada en el ámbito de las artes circenses, formada por artistas especializados en diferentes campos del arte como la danza, la música, las bellas artes y el yoga. Desde su nacimiento han promovido las artes circenses por la región, en aras de transmitir una serie de valores tanto deportivos como sociales.
Así nace y crece una propuesta cultural que extiende su influencia en la oferta deportiva y de ocio, dando una alternativa al programa de actividades tradicional. Desde el Casco Antiguo de la ciudad, y llegando a cada rincón de la ciudad y los pueblos, Cuenca vive a través de la actividad de sus habitantes. La finalidad es que la ciudad Patrimonio de la Humanidad siga elevándose como paradigma del movimiento artístico.
Si tú también quieres volar nos vemos en Espacio Pachamama, bailando a varios metros de altura.