Desde Espacio Pachamama, consideramos realmente necesario recalcar la importancia de la visualización y la respiración en la escalada para obtener un mejor resultado y mayor satisfacción en su práctica. Pues no todo se enfoca en la fuerza, aunque ésta también será más efectiva si conseguimos mantener la conexión cuerpo-mente a través de la respiración consciente, ya que nos ayuda a centrarnos en el momento presente y autoconocernos.
Hablamos de la unión del cuerpo y la mente porque según el mensaje que el primero le dé al segundo, y viceversa, los resultados en la práctica del deporte pueden ser totalmente diferentes. Por ejemplo, si trabajamos en apnea, cosa que es un error porque no le llegaría el oxígeno necesario a nuestros músculos, no ejerceríamos la fuerza que necesitamos. Otro error común es no tomar consciencia de nuestra respiración antes de empezar a escalar, o no exhalar en los momentos de mayor exigencia.
Ser consciente de la respiración no solo es efectivo para la ejecución de movimientos, sino que también nos ayuda a mejorar la capacidad de asociar ideas y movimientos, a incrementar la memoria y a conseguir una mayor regulación emocional. En lo relativo a la escalada esto puede traducirse en nuestra aptitud de analizar la vía o bloque, sus movimientos, recordar su secuencia, tener mayor equilibrio y transitar mejor por las emociones del momento (miedo, frustración, bloqueos, motivación, etc.).
Todo esto nos lleva al segundo punto importante de la escalada: la visualización. Es decir, la lectura de la ruta y de los movimientos, fuerza, agarres, posiciones, etc. que se van a necesitar para su ejecución óptima. Estos ensayos mentales nos ayudan a mantener la concentración, ahorrar energía, ser más resolutivos y mejorar la confianza y autoestima. Y aquí es donde entra el juego la manera en la que nos hablamos, o como lo llama la escaladora y psicóloga Sophie Schlemermeyer: el uso consciente del lenguaje. Lo que quiere decir esto es que trabajemos nuestro diálogo interior para rebajar la tensión y angustia. No es lo mismo decirnos: «¡No me puedo caer!, a «¡Venga, puedo hacerlo!».
La visualización nos sirve para dar un significado real a la situación y experiencia, enfocándonos más en el proceso de aprendizaje y desarrollo, que en el resultado o meta. Y para ello, aconsejamos fijar expectativas reales con objetivos cortos y sencillos, yendo de lo más global a lo más particular. Es muy útil utilizar palabras clave o frases cortas para cada secuencia mental, tanto para el movimiento como para las sensaciones: respira, calma, confía… Por supuesto, debemos contar con la posibilidad de caernos o de que no nos salga, pero sin frustrarnos. Cuando eso ocurra, volvemos a bajar, a observar, analizamos los errores y vemos si hay otras alternativas.
Por todo esto, la visualización y respiración son la base de nuestras escuelas de escalada; porque sabemos que a partir de estas dos premisas seremos capaces de desarrollar mejor el resto de habilidades en este deporte. Siempre siendo conscientes de que conlleva una práctica continua y un aprendizaje acumulativo.